Desayuno Alía con la Cocina económica de A Coruña

Después de las vacaciones de verano, celebramos el primer desayuno profesional, que esta mañana tuvimos el placer de compartir con la presencia de D. Jacinto Torres Fraga, presidente de La Cocina Económica, y Pablo Sánchez, trabajador social de la institución. El acto se realizó en el Hotel Riazor, cuyo aforo limitado, por las disposiciones sanitarias vigentes, se completó con éxito. El encuentro pudo seguirse también telemáticamente gracias a nuestro “Conect@” a través de Zoom.

Presidido por Noemí Petronacci Tomé, en nombre de Alía Network y con la moderación del anfitrión, Carlos Rosón Varela, el desayuno comenzó con rigurosa puntualidad.

El anfitrión dio la bienvenida celebrando el reencuentro presencial y dando paso a la rueda de presentaciones entre los empresarios en habitual ejercicio networking, tras lo que presentó a nuestro ponente con una reseña de su destacada trayectoria. Titulado Mercantil y Diplomado en Bellas Artes por la Universidad de La Sorbona (París), fue Apoderado bancario en Banco Comercial Español y Credit Lyonnais, en Francia y España, fue presidente de la Reunión Recreativa e Instructiva de Artesanos (1982-1990), y, actualmente tiene además el orgullo de ser miembro en la AFundación de la obra social de Abanca.

D. Jacinto Torres Fraga compartió con el público su experiencia al frente de la entidad benéfica que tan dignamente preside, fundada en 1886, de carácter privado, cuyo objeto consiste en proporcionar comidas todos los días del año a personas con dificultades económicas o sin recursos.

“Alimentando la esperanza desde 1886”

La Cocina Económica ha tenido diferentes papeles a lo largo de la historia según las circunstancias que fueron acaeciendo, adaptándose a los tiempos, con esfuerzo y maestría, por lo que pueden ostentan el orgullo de no haber dejado ni un solo día de cumplir con su misión.

Nacida con un espíritu altamente solidario es la primera Cocina Económica fundada en España, sostenida gracias a la solidaridad y generosidad de sus socios, más de 3000 y la de los ciudadanos que, de acuerdo a sus posibilidades hacen donaciones.

“Algo nuestro”

“No nos afectó el Covid, seguimos entregando 1500 raciones diarias” dice nuestro invitado de honor. En la sede social son visibles las colas del hambre, pero por la puerta de atrás recibimos las colas de la solidaridad con las manos llenas de comida, dinero, o, lo que haga falta. Y es que la sociedad coruñesa es muy entregada. Apretándose el pecho con emoción señala, alzando la voz, para reforzar el sentimiento de pertenencia, “es algo nuestro”.

En la evolución, atendiendo a la propia dinámica de los tiempos actuales y los nuevos perfiles de personas que recurren a este servicio, surgió la entrega domiciliaria para evitar exponer al destinatario teniendo que ser parte de largas colas.

La crisis sanitaria cambió algo la dinámica, han tenido que sustituir el reparo de comida por el de alimentos.  Pero, el lunes próximo se reabren las puertas del comedor social.

Con rápidos reflejos hubo que adoptarse ante la crisis sanitaria vivida con la reciente pandemia. La cocina se acercó a los barrios de la ciudad aumentando en número de raciones diarias, haciendo el reparto desde La Sagrada Familia, el Castrillón y el Birloque.

Don Jacinto es apasionado y nos sentencia “Siempre, somos el recurso donde poder llegar”.

Más que alimentos

Las personas que trabajan en La Cocina Económica comprendieron que no solo de pan vive el hombre y poco a poco fueron brindado un servicio asistencial más amplio. Pablo Sánchez nos trasmitió la necesidad de realizar una labor integral procurando atender las diferentes necesidades de la persona.

La institución ofrece un Servicio de Aseo y Ropero, un Punto Solidario; la asistencia de un Trabajador Social, cuenta con un servicio de correo, a través del cual una media de 800 personas recibe en la sede su correspondencia, un servicio de farmacia, pero, sobre todo, gran cariño y respeto.

La higiene, el alimento, el techo, esas necesidades básicas son cubiertas también dando acceso a una habitación en pisos compartidos y atención médica cuando el caso lo requiere.

“Se trata de cubrir los derechos inalienables de cualquier persona y prestarles ayuda sin juzgar” acentúa Don Jacinto. Y sabe de lo que habla, 35 años dedicados a la causa, como vicepresidente de varios presidentes que le presidieron.

Pablo nos explicó que la realidad actual les obligó a duplicar la entrega de menús diarios. Las solicitudes se dispararon con la pandemia, sobre todo, por parte de familias, teniendo que asistir a un nuevo perfil de personas en situación precaria, “familias que se descolgaron del mercado laboral”.

Las puertas siempre abiertas

Si, las puertas siempre abiertas porque en más de 100 años nunca se dejó de servir la comida y continua como el primer día el compromiso al necesitado gracias a las personas humanitarias y solidarias que hacen posible esta labor con un renovado ímpetu cada día. En este sentido, aludiendo a la metáfora del Camino de Santiago dijo que la gente peregrina “haciendo el camino de La Cocina Económica.” 

HAZ UNA DONACIÓN

“En la Cocina Económica necesitamos de todo”, nos expresa su presidente.  

Desde Alía, no queremos solo contarles lo que hacen, queremos aportar nuestro granito de arena compartiendo el formulario de contacto de la entidad para que cualquier persona que desee pueda realizar un donativo para La Cocina Económica de La Coruña, además de comprometernos en apoyar y colaborar con esta causa en futuras actividades.

 http://www.cocinaeconomica.org/haz-una-donacion.asp

Los aliados cerramos el acto

Finalmente, los aliad@s, participaron en una breve ronda de preguntas, que se extendieron en una informal y última ronda de cafés, entusiasmados por seguir conversando con nuestros invitados y aliados. 

Para concluir, Manuel Noya anunció la campaña solidaria de recogida de juguetes, el Proyecto ARTABÁN, que promoveremos por segundo año consecutivo. Atentos a próximas informaciones.

Ya veis, individualmente podemos hacer muchas cosas, pero, Aliad@s, las posibilidades son infinitas...